Regalos empresariales

Te voy a ser sincera: la mayoría de páginas que ofrecen agendas y cuadernos personalizados por ahí van a ofrecerte precios más económicos que los nuestros.

Así que si estás buscando algo “zafaroli” y económico, mejor que busques en la competencia.

Verás, eso es porque la mayoría ofrece cuadernos y agendas estandarizados. Y lo único que personalizan es la tapa, contratapa y algún que otro “insert” (hojas del interior).

En definitiva, son los cuadernos y agendas clásicos de toda la vida, tan impersonales por dentro que cualquier marca puede “chantarle” su logo en la tapa y quedará bien.

Insulso, pero bien.

Me refiero a que… ¿cuántos cuadernos empresariales viste en tu vida? ¿te acordás de las marcas que los regalaban?

Cuando tenía unos 12 años a mi mamá le regalaron una agenda de SADOP.

Mi mamá había tenido decena de agendas antes y tuvo muchas después, muchas eran merchandising. Pero esta es la única que realmente recuerdo.

¿Por qué se parecía a una Moleskine? ¿Por qué el logo era bonito? ¿O porque la tapa era linda?

No.

Porque esa agenda tenía un detalle tan práctico y original, que fue imposible que no se grabara a fuego en mi mente.

Algo tan simple como una hoja que se titulaba “objetos prestados”, y podías poner la fecha, qué cosa habías prestado y a quién.

Cuando, una década después, empecé a diseñar agendas, fue lo primero que decidí que debía tener.

“Objetos prestados”.

¿Y para qué te cuento esto?

Para que me entiendas cuando te digo por qué elegí hacer otro tipo de agendas y cuadernos personalizados.

No el clásico cuaderno o agenda estándar, con tapa personalizada.

Sino un cuaderno o agenda cuyos detalles perduren en la memoria de quien los recibe. Que esa persona descubra un valor único en ese objeto de tu marca y te recuerde con cariño por ello incluso décadas después. Como yo con SADOP.

El proceso convencional sería el siguiente: pensás durante días qué detalle único podés ponerle, que tenga que ver con tu marca y quién lo va a usar. Contárselo a un diseñador o diseñadora para que lo ponga en imagen, rabiar hasta que quedes conforme, y enviarlo a la imprenta.

Pero eso es cansador de sólo leerlo.

Por eso, te propongo algo más fácil:

Charlamos un ratito (vía zoom, porque tanto vos como yo tenemos una agenda ocupada) para que me cuentes un poco de tu marca y de los destinatarios de las agendas, y yo te sugiero algunos detalles que lo harán más práctico y único, además de memorable.

Lo aprobás, lo diseño (y hago los ajustes necesario hasta que te emociones de verlo) y me encargo de materializarlo y enviarlo a la dirección que me facilites.

Es decir, invertís media hora de charla y tenés un objeto único que representa tu marca y la hace valiosa y memorable para los demás.

Pero no es todo.

Aunque, si con lo que leíste hasta acá ya sabés que querés trabajar con nosotros, escribime contándome un poco qué estás necesitando y coordinemos una cita.

Hemos trabajado con marcas tan grandes como el INTA, pero no me voy a chapear con eso, sino con las otras marcas.

Porque entre empresas medianas y pequeñas nos entendemos mejor: el trato es personalizado y “atendido por sus dueños” (nada de hablar primero con administración y después con el diseñador y que se arme un teléfono descompuesto).

Pero también nos eligen porque no tienen necesidad de imprimir 500 unidades como mínimo. Para hacer tus cuadernos o agendas personalizadas sólo te pediré una mínima cantidad de 10 unidades.

Sí, leíste bien, Roberto. Sólo 10 unidades y tendrás agendas y cuadernos únicos de tu marca, con detalles memorables por décadas.

Claro que, a más cantidad, menor precio. Pero si solo necesitás agendas para 10 clientes “vip”, entonces hacemos 10.

Si querés regalar un objeto del que se acuerden tus clientes aunque les dé alzheimer, entonces tengamos una cita (virtual). Dejame tus datos y me contacto personalmente con vos.