Publicado el Deja un comentario

De sueños a proyectos

Proyectarse es un desafío, pero también es un juego. ¿Jugamos?
Hace unas semanas atrás, te propuse el primer desafío de un juego para proyectarte en este 2017. Si no lo hiciste aún, podés hacerlo entrando en este enlace

Y bien, espero te hayas tomado tu buen tiempo para pensar en todas esos sueños o deseos que querés cumplir este año, convengamos que te he dejado bastante tiempo de ventaja.

Ahora es turno del segundo paso, porque quedarse en sueños o deseando cosas no va a hacer que ellas sucedan.

Desafío Nº2: de sueños a proyectos

REGLAS
  • Tené a mano tu lista de sueños para este 2017, sin ella no podrás comenzar. Si aún no la hiciste, hacé click en este enlace para guiarte.
  • Si entre tu lista de sueños hay algunos que incluyen a alguna otra persona (por ejemplo, “me gustaría viajar con mi amiga” o “me gustaría ir a vivir con mi pareja”), dejalos al margen. Este tipo de sueño no dependen exclusivamente de vos, por lo tanto, no podés proyectarte sol@. Te recomiendo que lo hables con tu amig@, pareja o quien sea que aparezca como co-protagonista de tu sueño y le preguntes si también es el suyo para este año. Si es así, pueden hacer las siguientes actividades en conjunto.
  • En el anterior desafío, la idea era soñar alto, sin medida. En este ejercicio, la propuesta es casi al revés, tenés que ser capáz de darle un giro realista y factible a esos sueños, y definir tu plan de acción.

¡Empecemos!

JUEGO

Elegí entre 3 y 5 sueños que más deseás que se cumplan o hagan realidad (si querés, después podés elegir otros más, pero te aconsejo empezar con 5 como máximo).

Para cada uno de ellos, deberás definir:

Dónde quiero llegar:

  • ¿Cómo es mi situación soñada? Describí todos los puntos imprescindibles.

Dónde estoy:

  • ¿Qué tan lejos o cerca estoy de conseguir mi sueño?
  • ¿Qué tan distinto es mi situación actual respecto de mi situación soñada?

Cómo llegar:

  • ¿Qué acciones puedo realizar para alcanzar mi situación soñada?
  • ¿Necesitaré pedir ayuda? ¿A quién? ¿En caso en que esa persona no pueda, qué otra alternativa puedo pensar para conseguirlo?
  • ¿Cuánto tiempo deberé dedicarle a este proyecto? ¿Estoy realmente dispuest@ a ello? No escatimes con el tiempo: hay actividades que “idealmente” nos llevan apenas un cuarto de hora, pero si ese día en ese momento surgen imprevistos, ese cuarto de hora se convierte en 30 minutos o una hora. Así que si creés que te puede llevar, pongamos por caso, un mes, date un mes y medio o dos para hacerlo. Mejor que falte y no sobre, ¿no? Así no te desanimarás si no alcanzás con el tiempo. Tampoco que te excedas en el tiempo límite, dándote en vez de un mes, 3 meses, porque entonces lo más probable es que te relajes y no hagas nada.
  • ¿Qué meses del año me dedicaré a trabajar en este objetivo? ¿Qué semanas o qué días serán? Puede parecer un poco excesivo esto, pero te ayudará a visualizar realmente el tiempo que vas a necesitar para cumplir con tu objetivo.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *