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Desafío “Mi gran año 2019”

Este año va a ser TU GRAN AÑO, ¿lo sabías?. Apuntate al desafío “Mi gran año 2019” y hagamos que sea así.

El universo está complotado para que este sea un año de crecimiento y prosperidad, así que, ¿por qué no aprovecharlo?

Y justamente estos días son ideales para soñar y diseñar cómo te gustaría vivir a partir de ahora. Cómo te gustaría que fuera tu año 2019. Y semana a semana, mes a mes, hacer que ese sueño sea posible.

Las agendas Alestra 2019 comienzan sus páginas con una leyenda que dice “Pedí un deseso; hacelo realidad”. Y eso es lo que quiero proponerte a vos para este 2019.

Pero no quiero que pidas un deseo chiquito, algo que sabés que no te va a costar esfuerzo lograr. No, no, este año tiene que ser un año excepcional. Este puede ser el año que te cambie para siempre y te lleve a esa vida que siempre soñaste. ¡Podés hacerlo!

Lo que te estoy planteando puede sonar descabellado. Y sin embargo,… en el 90% de los casos, las personas no viven sus sueños sólo porque no se lo proponen de verdad. Porque no se ponen metas claras o no hacen las acciones necesarias para lograrlo.

Vivir tu vida como siempre soñaste “no es cuestión de tiempo, sino de distancia”, tal y como diría mi mentora Laura Ribas.

No hace falta esperar años y años para poder vivir lo que siempre quisiste: sólo tenés que hacer una cierta cantidad de acciones que te lleven a esa vida ideal.

Y este año, ya te dije, los planetas están complotados para que lo logres. Así que, ¿qué estás esperando?

Ah, claro… puede que no sepas por dónde empezar…

En ese caso, hoy estás de suerte. Porque en unas semanas vamos a empezar con el desafío “Mi gran año 2019” que va ayudarte a planificar tu vida soñada y empezar a vivirla este mismo 2019.

¿En qué va a consistir el desafío Mi gran año 2019?

  • Vas a permitirte soñar a lo grande: decirte realmente cuál es tu sueño en esta vida.
  • Vamos a convertir ese “sueño” en una meta alcanzable, algo que pueda volverse real (¡sin que eso signifique volar más bajo o que sea menos ambicioso!).
  • Aprenderás a ver y crear los puentes y caminos que te faltan para alcanzar esas metas.
  • Vas a volverte una hábil estratega en encontrar el camino más directo a tus propósitos para este 2019.
  • Voy a ayudarte a dejar de procastinar
  • Vas a entrenar tu fuerza de voluntad, para que lograrlo sea tan inevitable como la caída de un tobogán.
  • Por último, vas a lograr disfrutar de este crecimiento personal y de este camino a tu vida soñada. ¡Lo vamos a hacer juntos!

Apuntate ahora mismo al desafío

En febrero comenzamos, pero ya podés inscribirte en este enlace

Todavía estamos haciendo los preparativos de este desafío que va a abrir sus puertas en febrero. Pero durante todo enero vamos a ir preparándonos para ello.

Aprovechando que para much@s son días de relax, y para much@s otr@s son épocas de renovación y preparación, vamos a empezar de a poquito.

Videos, audios, planillas de ejercicios e incluso transmisiones en vivo van a ser parte de este maravilloso desafío.

También voy a enseñarte a sacarle jugo a tu Agenda Alestra, para que te acompañe en este camino de alcanzar tus sueños.

Así que, ¿qué esperás para apuntarte?

Apuntarme ahora mismo al desafío: este año va a ser mi gran año

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¿Cómo ponerte metas y cumplirlas?

como ponerte metas y cumplirlas

Ponerte metas reales y alcanzables, y cumplirlas es algo super sencillo y fácil de hacer. Salvo… claro, que no sepas cómo hacerlo.

Recuerdo cuando, de más chica, competía en natación. Estaba haciendo el cruce de la Laguna de Gómez y, esta vez me había preparado sólo en 20 días, ya que me había decidido tarde a anotarme. Había estado practicando con un compañero, Lautaro, ya que su papá nos hacía el acompañamiento cuando entrenábamos en la laguna.

Lautaro nadaba a un ritmo mucho más rápido que yo, así que tuve que mejorar mi ritmo de la patada y mejorar el estiramiento de la brazada de kroll para conseguir estar a su altura, y así no perder de vista al adulto que nos acompañaba. Fue un entrenamiento terrible.

Quería desistir cada veinte minutos, parar y dejarlo como estaba. Pero de repente, lo veía a Lautaro más adelante y recordaba cuál era la meta: llegar. Así que me decía “sólo un poco más” y seguía adelante. Y finalmente, en cada día de entrenamiento, llegaba a apenas unas brazadas después que él.

Fue un entrenamiento duro. Pero la idea de llegar siempre me mantuvo en el camino, y la convicción de que no podía perder al papá de Lautaro de vista hacía que sacara fuerzas de donde no tenía. Y seguir. Recuerdo que terminamos saliendo ambos en el 4º puesto (ya que en la entrega de premios diferenciaban los sexos). ¡No te imaginás lo orgullosa que me sentía!.

¿Y por qué te cuento esto? Porque no hay mejor ejemplo de alguien que tiene claro una meta, que un(a) deportista.

Pero, cuando querés ponerte metas personales en la vida, el significado de “meta” se desdibuja y se pierde… hasta convertirse en un “no sé”. Y así, no podés llegar a ningún lado.

Porque, estoy segura, te pasó muchas veces ponerte na “meta” y no alcanzarla, y dejarla atrás… ¿o no?. No hay nada tan frustrante como eso: te desanima, te desacredita ante tus propios ojos, y te tira abajo. Y al final, decís “no sirve ponerte metas”. Pero claro, ¿era eso realmente una meta? Muchas veces nos ponemos tareas para hacer, pero son imposible de alcanzar ya que, en realidad, no son una meta, son “deberes”.

Por eso, hoy te quiero contar qué sí es una meta y qué no lo es. Para que esta vez sí puedas ponerte metas personales y alcanzarla, tal como yo lo logré en el cruce de la laguna.

 

Qué NO es una meta

  • Una idea vaga.
    Las ideas vagas no funcionan como metas. La vaguedad o poca especificidad de una meta hace que no te motive: al no saber bien qué significa, qué incluye, tampoco sabrás qué hacer, ni si lo lograste o no. La meta es un horizonte, si no lo podés ver, no vas a saber hacia dónde caminar.

 

  • Una actividad.
    Si estás escribiendo una meta que tiene la duración de un día, entonces lo que estás apuntando es una tarea, una actividad, no una meta.Asistir a una conferencia sobre gestión de tiempo no es una meta, es una actividad.

    En cambio, “aprender sobre cómo gestionar el tiempo” puede ser una meta que incluya, entre otras cosas, ir a dicha conferencia. Además de ello, también incluirá: apuntar mis metas en un cuaderno, escribir todas las actividades que tengo que hacer, anotar cada noche qué planes haré al día siguiente… etc.

 

  • Algo interesante para hacer
    Hay cientos de cosas interesantes para hacer. Como viajar, o crear una rutina de ejercicio. Pero si realmente no estás motivada a hacerlo, entonces no sirve como tal. Una meta que no te hace emocionarte ante la idea de alcanzarla, no es una meta. Sólo es algo interesante pero que no te motiva a actuar.

    Las metas tienen que motivarte. Ponerte metas “sólo porque alguien dijo que está bueno hacer eso” pero que no te hace vibrar, que no te hace imaginar una y otra vez el momento de haberlo alcanzado… no es una meta. Si no te emociona llegar a tu meta, cualquier excusa va a desanimarte y te quedarás a mitad de camino.

    Tal vez es algo deseable, pero que no está en tu lista de cosas prioritarias. Dejalo en stand by, en suspenso. Más adelante tal vez llegue el momento en que te vuelvas loc@ por conseguirlo. Esperá a tener la motivación suficiente.

 

Qué SÍ es una meta

  • Una meta es un horizonte que podés visualizar, imaginar, y que te ilumina el camino a seguir. Es el lugar al que querés llegar, y lo tenés muy claro en tu mente.

 

  • Las metas son abarcativas. Son horizontes que nos hacen caminar hacia adelante, en búsqueda del sol poniente. Son aquello por lo que harás cientos de tareas más pequeñas para lograrlo.

 

  • Es algo que te apasiona o que realmente querés alcanzar con todas tus fuerzas. Que te hace imaginar mil veces el momento de la victoria. Es el combustible que te hace andar, haciendo camino. Una meta es una estrella guía hacia la que encaminás tus pasos.

    La meta es un horizonte que te motiva, que te llena de energía y emoción. Que te mantiene perseverante.

    Sabrás que es una meta cuando, en vez de buscar excusas y obstáculos para lograrlo, empezás a ver soluciones, alternativas y oportunidades. Cuando te focalizás en todo lo positivo para conseguirlo. Por eso, una meta es aquello que realmente querés hacer desde tu corazón y que te mantiene cada día llena de energías y con ganas de hacer mil cosas.

Y ahora que ya sabés qué es y qué no es una meta, ¿qué te parece ponerte metas tuyas, y empezar a actuar para alcanzarlas?

Ahora es tu turno de ponerte metas

¿Qué querés conseguir durante los siguientes 30 días?

En este artículo de “¿cómo alcanzar tus metas?” te cuento más en detalle de cómo fijarte metas alcanzables y lograrlas. Podés ayudarte con un planificador mensual imprimible a color o para colorear.

Si te gustó el artículo, no olvides compartirlo. También me encantaría que lo comentes aquí debajo.

Un gran abrazo y hasta la próxima.

Gi

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¿Cómo alcanzar mis metas? 4 trucos para lograrlo

Metas: tus grandes aliadas para conseguir tu vida ideal.

Sé que hay mil millones de cosas que te gustaría hacer. Y no das abasto para hacerlas todas porque, claro, el reloj no perdona, y además siempre surgen cosas nuevas, urgentes o no, a las que le das prioridad.

¿Por qué?

Bueno, eso claramente es porque no tenés super a la vista cuál es tu meta. Porque no importa tanto las cosas que querés hacer, como lo que querés SER.

Pongamos que querés ser más saludable: empezar una rutina de ejercicios, dormir tus ocho horas diarias sin interrupciones, comer sano, etc. Hay cientos de formas de lograr este nuevo SER tuyo. Por eso, tenés que definirlo.

Crearte metas te ayuda a visualizar tu horizonte y poder caminar hacia él. Como siempre digo, si no visualizás lo que querés, es sólo cuestión de suerte que lo logres. En cambio, si podés imaginarlo, vas a poder trazar una estrategia para lograrlo.

¿Cómo ponerte metas y cumplirlas?

  1. No peques de mega-ambicios@.

    Ponerte mil metas a la vez sólo logrará que te frustres porque no podrás hacerlas todas a la vez. Empezá por una por mes, y permitite disfrutar ese camino. Si te morís de ganas de hacerte una lista gigante, hacela, pero sólo elegí entre una meta para empezar, y cuando la acabes, sumá otra.

    Y es que las metas no van a cumplirse sólo por apuntarlas en un papel. Vas a necesitar dedicarle tiempo para que den frutos, y el tiempo es limitado.

    A mí me gusta plantearme metas anuales primero, y luego metas mensuales. Un mes es un tiempo razonable para lograr una meta. Ese es el motivo que en las agendas Alestra cada mes esté acompañado por un apartado de “metas que voy a lograr este mes”

  2. Priorizá

    Si no sabés cuál meta elegir primero, te aconsejo que hagas caso de las palabras de Walt Disney: “Preguntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar donde querés estar mañana”.

    Priorizá lo más urgente e importante a la vez, dejá en segundo lugar aquello que es importante pero puede esperar, y por último, anotá aquello que te gustaría, pero que en realidad no es ni tan importante ni tan urgente.

    Recordá que aquellas que no entren ahora como “metas prioritarias” pueden ganar protagonismo el mes próximo.

  3. Creá una lista

    Definí el tema y cómo vas a lograrlo. “Quiero comer sano” puede ser la meta, y armar un menú semanal balanceado, consultado por una nutricionista puede ser uno de los primeros pasos. Pero seguro habrán más tareas.

    Desglosá la lista de cosas que debés hacer para alcanzar tu meta. Marcate hitos primero (“ir a la nutricionista, crear menú semanal), y marcate las tareas pequeñas que tenés que hacer para alcanzar esos hitos (“consultar por recomendaciones de nutricionista”, “elegir entre todos los profesionales”, “pedir turno”).

    De esta manera, vas a tener a la vista toda la serie de cosas que tenés que hacer antes de lograr siquiera una parte de tus metas. Ya ves por qué te decía de empezar sólo por una meta: ¡lleva lo suyo completarla!

    Este ejercicio también ayuda a que veas el orden en que tenés que hacer las cosas. Para prevenir el “mal de la receta nueva”: cuando querés hacer una comida que nunca antes hiciste, y estás por ponerte manos a la obra y te das cuenta que te falta un ingrediente… Apagás el horno y salís con desgano a comprar lo que te hace falta. Haciendo una lista de tareas, podés ver de antemano ese imprevisto.

  4. ¡Actuá!

    No dejes las cosas apuntadas en un papel nada más. Animate a hacer cada día un paso que te lleve hacia tu horizonte personal. De nada sirve planificar si no hay manos a la obra.

    Y… si te sentís desmotivad@, porque eso puede pasar, y de repente te asaltan las ganas de bajar los brazos, recordá esa imaginación que te hiciste de vos lográndolo. Visualizate alcanzando tus metas. Y ya ves cómo la alegría de ese triunfo soñado te da energías para seguir adelante.

¿Te gustó este artículo? ¿Te resultó útil? Entonces no olvides compartirlo con quienes querés. Y si querés, me encantaría que te tomes unos minutitos para comentarlo aquí debajo. ¿Qué tal te ha ido con el camino hacia tus metas?

Un gran abrazo y hasta la próxima.

Gi