¿Cuántas veces soñaste con tener “más tiempo” para esto, “más tiempo” para aquello? Y la verdad, si tuviéramos un día de 48 horas, seguiríamos haciendo la mitad de las cosas que nos gustaría. ¿Por qué? Porque el problema no está en la cantidad de horas, sino en cómo lo aprovechás.
Pero no voy a ser yo quien te cuente cómo hacer rendir más tu tiempo. Hoy, lo dejaré en manos de un gran experto: Pablo González, coach consultor en la gestión del tiempo, y adicto a procrastinar.
¿Te gustaría construir una máquina que te ayude a tener más tiempo para disfrutar de tu familia y no sentirte frustrada porque no podés ordenar tus proyectos día a día?
Me sucedió hace poco, charlando con una de las personas que asisten a mis formaciones. Me mostraba un modelo en forma de árbol de todos sus proyectos. Pero no podía sentirse a gusto con cómo los llevaba.
Sentía que estaba dejando de lado algunos proyectos que ella consideraba importantes. Como por ejemplo: su salud y el crecimiento de su negocio. Y ese “no poder hacer” en estos proyectos, la frustraba.
Entonces se ponía plazos más exigentes y desafíos más altos, y ¿sabés qué?…no llegaba a cumplirlos. Y eso generaba…sí, como lo imaginás: más frustración.
Y después de charlarlo, fuimos descubriendo qué le estaba pasando. Si estás sintiendo lo mismo, o sentiste esto en algún momento, quedate conmigo y te cuento el resto de la historia
Comencemos
Llamamos procrastinación a la habilidad que solemos tener para decir que estamos muy ocupados haciendo cosas, cuando en realidad sabemos (o podemos intuir) que estamos dejando de lado decisiones o acciones que consideramos importantes. Nos llenamos de tareas para no ponernos a hacer eso que nos pincha de alguna manera.
Pocrastinar es la habilidad de postergar “decisiones” que llamamos importantes.
Por ejemplo tener una charla con “esa” persona, o definir cuándo realizar un cambio de hábito (el famoso: el lunes comienzo). O si sos de trabajar o estudiar en casa, el darte cuenta que justo en el ángulo superior izquierdo del librero por donde pasás contadas veces, justo ahí, hay una telaraña. No vas a poder trabajar si esa telaraña está ahí. Te disponés de trabajar, a limpiar toda la habitación.
Te resulta conocido esto. Esto es lo que le estaba ocurriendo a la chica de nuestra historia. Estaba postergando ponerse en serio con los proyectos que decía que eran su prioridad.
La procastinación como máquina del tiempo
La procrastinación muchas veces opera como un método de defensa. En mi caso, esto funciona así. Cuando una de mis actividades, decisiones o proyectos me exige algo que está fuera de mi zona de confort y/o de aprendizaje próximo, me sucede que comienza el “ya lo hago, pero primero acabaré con esto”.
Si te fijás esto es algo así como una máquina del tiempo.
Fijate como solemos hacer esto una y otra vez. Si alguna vez fuiste a un local y pagaste con una tarjeta de crédito; o fuiste a un banco para pedir un préstamo. Lo que hacés en ambos casos es ir al futuro. Y traer, a cuenta, un dinero que no tenés en tu presente. Pues, con la procrastinación sucede algo similar.
Sucede que estás poniendo tu atención en el futuro, en “tu yo futuro”. O en su defecto estás poniendo tu atención en el pasado. En tu “yo del pasado”.
Traés ese tiempo ahora. Aquí y ahora. Y como con tu tarjeta de crédito, esto tiene consecuencias. Estás usando un tiempo a cuenta. Tu futuro. O un tiempo que no puedes modificar. Tu pasado. Y no estás poniendo tu atención aquí y ahora.
Cuando volvés al presente, sucede que postergaste eso que decías que debía suceder en un futuro y vuelve el reproche del porqué no lo hice.
Cómo tener más tiempo: estar presente aquí y ahora.
Lo primero lo primero. Antes que nada, crear una máquina del tiempo no es magia. Vamos a ponernos a entrenar esta atención. Y fíjate que hablo de atención, y ya no de tiempo para hacer algo.
El tiempo es una convención humana. Pero tu atención, es un desafío propio. Gestionarla es el desafío para estar aquí. Presente. Ni en tu “yo futuro” ni en tu “yo del pasado”. En “el debería hacer esto”…o por el contrario en el “por qué no hice esto”.
Y para esto te traje herramienta especial que podrás descargar más abajo. Es una herramienta tan simple que cuando vi la información que me podía aportar me sorprendió. Vamos a ella.
Yo la llamo la Matriz de energía. O Cuadrante del flujo de energía. Que no es otra cosa que una tabla de excel o una tabla que puedes hacer a tu gusto o descargar justo debajo al finalizar el post.
¿Cómo uso esta herramienta?
Cada casillero representa el cuadrante de energía que tienes cada día. Si te fijás tienes cuatro cuadrantes. Cada media hora. Y un calendario semanal.
Lo ideal sería que llevaras el control cada treinta minutos, cada día, por una semana. Marcando en cada cuadrante el nivel de energía.
Así, si sentís tu cuerpo al 25% por ciento, pintás uno de los cuadrantes. Si lo sentís al 50%, dos cuadrantes, y si te sentís con todas tus energías marcas todo los cuadrantes.
Al finalizar una semana tendrás un mapa de cuáles fueron tus momentos fuertes. Tus momentos cruciales. Donde estuviste con todas tus pilas puestas. Y cuando no.
¿Qué hago con esta información?
Ahora que tenés tu semana completa me gustaría que dieras el siguiente paso.
Anotá en la misma plantilla tus reflexiones. ¿Cuándo estuviste en tu máximo de energía estuviste más activa? ¿Fuiste más resolutiva en ese momento? ¿Resolviste en tu mejor versión lo que tenías que resolver? ¿Y cómo te sentiste al estar en ese estado? ¿Te hizo mantener más tiempo las pilas puestas o llena de energía?
Alinear energía + emociones.
En mi experiencia cuando estos dos aspectos se están alineando sucede que aparece algo se llama “el camino de menor resistencia“.
Es el momento donde puedo tomar decisiones más fuertes. Dar mi mejor respuesta. Poner en acción mi mejor versión. Y cuando estoy en ese estado aparece la inspiración y la facilidad para trabajar en mi presente.
Si te fijás bien, no estoy pidiendo que pongas a trabajar tu voluntad o hagas esfuerzo para nada. Sino que identifiques día a día y hora a hora dónde está marcado el camino que menos resistencia te permita tomar acción.
Podemos tomar la decisión de accionar en esos momentos donde estamos alineados.
Y si esta herramienta la combinás con unos objetivos definidos y una visión poderosa, te puedo asegurar que te vas a facilitar salir de la frustración y de la sensación de seguridad que nos da la procrastinación.
Descargá acá la plantilla de la Matriz de energía
PD: te dije que esto es un entrenamiento. Puede que no salga a la primera. Pero te puedo asegurar que vas a sorprenderte de lo poco coherentes que podemos ser para ordenar nuestra vida cotidiana con respecto a nuestras energías.
PD2: puede que te preguntes qué pasa si tengo muy pocas horas con el nivel de energía al 100%. Pues, podés entrenar esto para replicarlo en más horas de tu semana. Pero eso es otra parte de cómo encontrar tu camino de menor resistencia.
Descarga
Descargá acá la Matriz de energía propuesta por Pablo González
Sobre el autor
Pablo González
Soy coach. Consultor de Productividad. Ayudo a personas que como vos, sienten que tienen derecho a sentirse dueños de su vida. Sienten que es el momento de tomarse en serio y dejar la frustración del “no puedo”, “no tengo tiempo”, “no llego”. Te invito a que ser parte de un grupo de personas que quieren cuidar lo único que en la vida no vas a poder recuperar: tu presente.
Te espero en mi fanpage . También podés sumarte al grupo de facebook Alcanzá tu presente o a lista de correo donde comparto contenido exclusivo.